Razones por las que no se debe orar a la Virgen María

A continuación los 3 principales motivos por los cuales no es correcto orar o rezar a la Virgen María.

1- La Virgen María está muerta

La biblia dice en hebreos 9:27: “Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,”

María al igual que cualquier otro ser humano, experimentó la muerte. La muerte es la consecuencia del pecado y aunque el catolicismo se aferra a afirmar través de sus dogmas que María nunca pecó, la verdad es lo que la biblia enseña en Ro. 3:23 que “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,”. Eso incluye a María, pues “Así está escrito: «No hay un solo justo, ni siquiera uno;” (Ro 3:10).

Debido a que no había ni un solo justo en la tierra (incluyendo a María), Dios mismo tuvo que venir a este mundo en forma humana (Jn 1:14) a morir en una cruz por los pecados de la humanidad, para que todos los seres humanos podamos alcanzar salvación a través de esta inigualable obra de amor (Jn 3:16).

Para que el sacrificio de Jesús en la cruz fuera valido, Él habría tenido que morir sin pecado y en efecto así fue. Aún y cuando Él fue tentado en todo, nunca pecó (Heb 4:15). Jesús es el único que ha vivido sobre esta tierra sin pecado y por eso Él venció a la muerte y al pecado cuando murió y resucitó al tercer día.

Por otro lado, la virgen María al igual que el resto de los seres humanos pecó y por lo tanto tuvo que haber muerto, “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Ro 6:23). Si María murió, entonces no puede hacer milagros ni escuchar oraciones.

Debido a que si María había muerto, entonces ella no podía responder oraciones, el catolicismo tuvo que inventar la doctrina de la Asunción de María, la cual oficializó hasta el año 1950 como dogma. Años anteriores se creía incluso dentro del mismo Catolicismo Romano, que María había muerto. Al punto que hay obras históricas, como la pintura de Caravaggio del siglo XVII que ilustra la muerte de la virgen María.

2- La Virgen no es Dios

Dios tiene la capacidad de responder oraciones de personas en China, India, Australia, África, Europa, América, etc. debido a que es omnipresente y por lo tanto está en cualquier lugar. Esa característica hace único a Dios y debido a ello solo Él es capaz de escuchar las oraciones que son levantadas en cualquier lugar del universo. No hay nadie más con esta capacidad única. Si lo hubiera, tendría que ser también un Dios.

La Biblia declara que solo hay un Dios (Dt. 6:4). Ese ser infinito es capaz de estar en todo lugar (omnipresencia), de saberlo todo (omnisciencia) y de poderlo hacer todo (omnipotencia). Por ello es que los seres humanos podemos elevar nuestras suplicas a Él y solo a Él.

La virgen María aún y cuando fue una persona sumamente especial, era tan solo una persona, al igual que nosotros. Eso la limita a no poseer las cualidades únicas de Dios. ¿Cómo se explican los católicos que dos personas diferentes en el mismo momento, una en la India y otra en México le eleven una oración a María y que ambas sean escuchadas por ella? Está pregunta no tiene respuesta, ya que para un ser humano esto es algo imposible.

Escuchar oraciones elevadas desde todo el mundo es posible solo para Dios, pues para Él no hay nada imposible. Por eso Él no solo tiene la capacidad de escuchar las oraciones, sino que también tiene la capacidad de responderlas. Es por eso que nuestras oraciones deben ser elevadas a Dios Padre, tal como Jesús lo enseñó en el Padre nuestro: Lc 11:2 “Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos,…”

3- Solo hay un mediador: Jesucristo

La biblia enseña “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,” (1 Ti 2:5). Si hay un solo mediador o intercesor entre Dios y los hombres, el cual es Jesús, entonces ¿Para qué voy a elevar una plegaria a María cuando puedo hacerla llegar directamente al Padre en el nombre de Jesús?

La respuesta católica es que la biblia también nos manda a interceder los unos por otros. Lo cual sin duda es correcto. Sin embargo la Biblia en el Nuevo Testamento nunca nos manda a que busquemos a un mediador para llegar al Padre, que no sea Jesús.

El catolicismo enseña que es necesario hacer llegar nuestras peticiones a Dios a través de María, para que ella lo convenza para que tengamos la respuesta a nuestra oración. No hay nada más falso que eso. Dios es bueno y Él está atento a nuestras oraciones. Gracias al sacrificio de Jesús en la cruz, ahora tenemos acceso directo a Dios: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Heb. 4:16)

Ya no es necesario el tener que llegar a Dios a través de un sacerdote o de un pastor. Mucho menos a través de santo que ya murió. Nosotros podemos doblar rodillas y hacer llegar nuestras peticiones a Dios en el nombre de Jesús, puesto que Él es el único mediador entre Dios y nosotros los seres humanos.

Jesús enseñó claramente que las oraciones debían ser hechas al Padre y en el nombre del Hijo: “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.” (Jn 14:13). Esa es la fórmula de Jesús para la oración. Ahí no cabe ningún otro mediador. Ahí no cabe ningún santo y ahí incluso no cabe la bendita virgen María.

Si tú que lees esto, eres católico devoto y crees que María escucha oraciones. Te invitó a que la próxima vez que estés pasando una necesidad le ores al Padre en el nombre de su hijo Jesús y experimentes la diferencia de una oración hecha conforme a las enseñanzas de Jesús. Cuando recibas la respuesta  a tu oración, glorifica a Dios y recuerda por el resto de tu vida que esa es la forma correcta de orar.